Este mensaje es para mí mismo, es un recordatorio constante de lo que estoy haciendo para despedirme de este mundo en paz y, al mismo tiempo, me hace reflexionar sobre la importancia de disfrutar la vida al máximo y conseguir mi propósito.
Estas son las preguntas que me hago a diario, un recordatorio personal sobre lo que estoy haciendo para aprovechar al máximo este corto viaje:
¿Ya sonreíste?
¿Estás entregándote a tu pasión?
¿Estás amando sin condiciones?
¿Has tomado un tiempo para descansar y desconectar?
¿Cuántas personas has ayudado hoy?
¿cuántos gracias has dado hoy?
Estas preguntas me inspiran a mejorar en cada oportunidad, porque no quiero volver y empezar desde cero, y mucho menos en tipo de cascarón un tanto defectuoso. Mi deseo es partir en paz y no volver.
Todos conocemos la fecha de nuestro nacimiento, pero ninguno de nosotros sabe cuándo llegará el final de este viaje. Sin embargo, lo que sí tengo claro es que el tiempo es limitado, y quiero vivirlo al máximo. No quiero dejar asuntos pendientes cuando llegue ese momento final.
Mi objetivo es sentirme en paz conmigo mismo, por eso me recuerdo a diario que algún día moriré. Este recordatorio me impulsa a disfrutar cada momento, a vivir en el presente, a hacer cosas que realmente importan y a pasar tiempo con mis seres queridos, tratar de vivir, sin arrepentimientos.
En México, celebramos la muerte como parte de la vida, y con este recordatorio, intento celebrar mi vida cada día.