Hablando de mi trayectoria profesional, esta fue una lección que asimilé rápidamente. ´Cuando la vida te da limones… Automatiza´
Mi primera oportunidad laboral como ingeniero consistió en crear gráficos dinámicos para un proyecto de automatización para el campo petrolero de Cantarell en México. Fue un trabajo muy distinto a lo que había imaginado mientras estaba en las aulas del instituto IPN.
Mientras cursaba mi carrera de ingeniería, soñaba con graduarme, trabajar y ganarme la vida con lo que había estudiado (como es natural). También era consciente que existían otras posibilidades profesionales, y durante los estudios en mi tiempo libre trabajé en un oficio bastante alejado de la ingeniería. Curiosamente en este, aprendí muchas lecciones valiosas, que compartiré en otra ocasión y cómo cambiaron mi perspectiva.
Un día, una compañera de la escuela me dejó un mensaje en casa. Por alguna razón, pensó en mí y me dijo: «Hay una vacante como programador junior para un proyecto; deberías postularte». No perdí tiempo y me presenté para aprovechar la oportunidad de trabajar en mi profesión, finalmente poniendo en práctica todo el conocimiento acumulado.
Como podrás imaginar, el trabajo era algo diferente a las telecomunicaciones, tal como lo había imaginado, Estaría trabajando en un campo relacionado con mi carrera, pero no en comunicaciones y electrónica.
Me sentí un tanto desorientado porque creía que sabía más sobre comunicaciones que sobre automatización. Como principiante en mi primera experiencia profesional, acepté el desafío. La necesidad y el hambre de tener éxito despertaron mi entusiasmo, impulsándome a la acción.
¡Me encantó el trabajo! Crear gráficos dinámicos fue duro, satisfactorio e interesante. Me permitió aprender sobre los procesos de producción de petróleo, sumergirme en la automatización a gran escala y experimentar lo que es trabajar para una corporación multinacional en un proyecto importante.
Durante mis estudios en el IPN, mi visión del trabajo quedó corta. En este primer empleo, un nuevo horizonte se abrió ante mí: «Cuando la vida te da limones» ¡Automatiza! Hoy, sigo haciendo lo que amo; telecom y automatización.
Gracias a mi colega del IPN por pensar en mí.